Lámina San Raimundo de Peñafort

Raimundo, cuyo nombre significa “buen consejo”, nació en Peñafort, cerca de Barcelona en España. Poseía una inteligencia extraordinaria y a los 20 años fue profesor de filosofía en Barcelona.

Ingresó a la Orden de Predicadores (Dominicos). El Santo pidió que le dieran tareas y trabajos humillantes, quería ser humilde de corazón y alejarse del orgullo.  Sin embargo, los superiores le dieron la labor de investigar cómo responder a las difíciles preguntas sobre moral que los fieles les hacían constantemente.  Como resultado a su tarea, escribió un famoso libro que sirvió como guía para confesores alrededor de todo el mundo.

Cada vez se hacía más conocido por su talento para escribir, su mensaje era sabio y sensato.  Es por eso que el Papa tuvo ganas de nombrarlo Obispo, aunque Raimundo le suplicaba que no lo hiciera ya que quería pasar inadvertido en su sencillez, fue declarado Obispo de Tarragona de todos modos.  Al poco tiempo de tomar el cargo, se enfermó y tuvo que buscar a un sucesor que lo remplazara.

El milagro más conocido que realizó el Santo fue un día en que el Rey lo quería retener, amenazándolo a muerte si es que se iba de su lado.  El Santo, muy tranquilo le contestó que aunque los reyes de la tierra pudiesen impedir que él partiera, el Rey de los cielos lo ayudaría a lograrlo.  Así fue, Dios lo iluminó, y León se acercó al mar, tomó su túnica, la puso sobre el agua y amarró una esquina a un palo de madera formando una vela.  Luego hizo la señal de la cruz y se subió a su “barco” hasta llegar a Barcelona.  Al llegar a puerto, bajó de la túnica que estaba seca e intacta.  Todos quienes lo vieron llegar, lo recibieron con gritos y aplausos.

Murió a los 100 años de edad, a diferencia de muchos Santos que murieron jóvenes.  Sus restos se encuentran en Barcelona, la ciudad donde vivió gran parte de su vida.

Festividad: 7 de Enero