Lámina Santa Teresita de los Andes
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El 13 de julio de 1900, en Santiago de Chile, nació Juanita Fernández Solar. Hija de Miguel y Lucía.
Fue bautizada en la Iglesia de Santa Ana de Santiago.
La pequeña Juanita era una niña muy alegre, y cariñosa con todos y le encantaba escuchar las historias y cuentos de su abuelito Eulogio.
Estudió en el Colegio de las Religiosas del Sagrado Corazón, destacándose por ser una buena alumna, estudiosa y generosa con sus compañeras.
Desde muy chiquita, Juanita asistía con su madre, a misa, todos los días y su mayor deseo era poder comulgar y recibir a Jesús en su corazón, a los 10 años hizo su Primera Comunión y fue un gran día para ella.
Durante las vacaciones, Juanita, ayudaba a los sacerdotes en las misiones rurales, enseñaba el catecismo, preparaba a los niños a su Primera Comunión y juntos cantaban con gran alegría al Señor.
Juanita fue una joven entusiasta y servicial, estaba siempre preocupada por todos. Un día, vendió su reloj para comprarle zapatos a un niño pobre, llamado Juanito y ayudar a su familia.
Le encantaba admirar la naturaleza, el mar y la cordillera.
Además le gustaba hacer deportes, andar a caballo y jugar tenis.
Su gran deseo era consagrarse a Dios, en la vida religiosa, como Carmelita Descalza.
Cuando llegó el día más esperado por Juanita, ingreso con una intensa alegria alegría a el Monasterio del Espíritu Santo, de las
Carmelitas descalzas, de Los Andes.
Es ahí cuando Juanita cambia su nombre por Hermana Teresa de Jesús.
La Hermana Teresa de Jesús, con alegría vivía todas sus actividades como monja carmelita.
"En el Carmelo, todo es alegría” solía decir.
Su vida en el Carmelo, era un paraíso en la Tierra.
Tiempo después, su salud comenzó a decaer y se enfermó gravemente.
Antes de morir, la Hermana Teresa de Jesús, hizo sus votos religiosos de la Orden Carmelita, el 12 de abril de 1920, a los 19 años.
Su fama de santidad, y entrega total a Dios era admirada por todos y muy pronto comenzaron a obtenerse milagros por su intercesión.
La Iglesia en 1987 reconoce su Santidad y la Beatifica en 1987 para luego ser declarada Santa en 1993 por el Papa San Juan Pablo II transformándose en la primera Santa chilena.
Festividad: 13 de julio
Frase célebre: “El que ama siempre piensa en el amado”