Santas

Lámina Beata Laura Vicuña

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Laurita nació en Santiago de Chile, el 5 de abril de 1891 y murió en Argentina el 22 de enero de 1904, a la edad de sólo 13 años.

Su padre era un alto militar y jefe político de Chile. A los dos años de Laura una revolución derroca al gobierno y la familia Vicuña tiene que salir huyendo, desterrados a 500 kilómetros de la capital. Allá muere el papá y la familia queda en la miseria.

La mamá, con sus dos hijas, Laura y Julia, emprende un larguísimo viaje de ocho meses hacia las pampas de Argentina, donde en 1900 es internada en el colegio de las Hermanas Salesianas de María Auxiliadora en Junín de los Andes.

En el colegio es admirada por las demás alumnas como la mejor compañera, la más amable y servicial. Las superioras quedaban maravilladas de su obediencia y del enorme amor que sentía por Jesús Sacramentado y por María Auxiliadora.

El día de su primera comunión ofreció su vida en sacrificio a Jesús, y al ser admitida como "Hija de María", consagra su pureza a la Virgen María.

La relación de concubinato de su madre con el dueño de la hacienda donde vivían, Manuel Mora, hizo sufrir enormemente a Laura. Ella, profundamente religiosa, a los 10 años ofreció su vida a Dios "para reparar las ofensas que recibes de los hombres, en especial de las personas de mi familia", promesa que reiteró ante su confesor al confirmarse.

En una gran inundación que invadió el colegio, Laura por salvar la vida de las más pequeñas, pasó largas horas de la noche en el agua helada sacando niñas en peligro, contrayendo una grave enfermedad a los riñones que soportó estoicamente hasta fallecer a sus 13 años.

En 1988 fue proclamada beata por el Papa Juan Pablo II. 

Festividad: 22 de Enero